Es muy común que los dueños de las
pequeñas y medianas empresas se sientan con los conocimientos suficientes
acerca de su negocio y asuman que no
necesitan el apoyo de algún servicio que los ayude a mejorar. Sin embargo, esto
no es garantía de que, en ocasiones, se equivoquen.
Si el dueño de alguna PYME desea
diseñar un plan adecuado a las necesidades de su negocio, es fundamental que
sepan identificar las fallas existentes. Esto es, aprender a reconocer los
errores y ventajas que tienen.
Es cierto que los errores siempre
rodean a cualquier tipo de negocios, sin embargo, las que más sufren son las
pequeñas empresas. No obstante, es importante
asumir que un error no es necesariamente
un fracaso.
Existen dos tipos de fracasos:
1.
Aquel que se resuelve frente a los tribunales: debido
a la incapacidad de la empresa por pagar a sus acreedores, este problema está
sujeto a las leyes de quiebra.
2.
Cuando la empresa suspende operaciones y es vendida:
por lo genera, se trata de un individuo que invierte todos sus ahorros en el
negocio, y las pérdidas que tiene día a día acaban con el capital.
Las causas del fracaso son las
siguientes:
·
El dueño no reconoce que ya no puede trabajar y debido
a esto debe retirarse.
·
En el caso de los negocios familiares, suele suceder
que el padre no le da la oportunidad a sus hijos de tomar el liderazgo.
·
Falta de capital.
·
No aplicar reglas básicas relativas a la planificación,
presupuestos, control y personal.
A continuación se citan algunos factores
que pueden afectar el desarrollo de las PYMES.
Muchas de estas empresas no tienen
una misión, que es el porqué de la existencia de la empresa. Así como también
no cuentan con una visión de su empresa, que es la forma en la que se ven o
quieren lograr en un futuro.
El dueño del negocio es el único
que puede saber los objetivos de su negocio, sin embargo, éste no los comparte
con su personal y, por lo tanto, las actividades muchas veces no van dirigidas
al cumplimiento de las metas.
El desconocimiento de cuáles son
sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, de tal modo, que no hay
claridad de cómo están insertos en el
mercado, lo cual puede llevar a que se vean envueltos en serios
problemas.
Otro problema común es la falta de
una buena estructura organizacional, que sea ordenada, funcional, jerárquica y
responsable. Y esto se debe a que la mayoría de estas empresas son familiares y
le dan mayor peso a intereses personales y sentimentales, por encima de las
necesidades del negocio. Esto provoca
que no se tengan definidas las líneas de autoridad y, en consecuencia, se puede
tener una mala comunicación entre los miembros del negocio, ya que ellos no
saben a quién recurrir o no se generan vínculos de confianza para el beneficio
del negocio.
Una mala ubicación del negocio
puede provocar que la empresa no prospere de forma planeada; se puede tener una
muy buena misión, visión, y tener establecidos los objetivos, pero si la
ubicación del negocio no es la adecuada, puede estar condenado al fracaso.
Es por esto que se recomienda que
antes de iniciar un negocio se realice un estudio de viabilidad del lugar donde
se piensa establecer, para no llegar al punto del fracaso, así como también
crear una misión, visión y los objetivos
correspondientes al cumplimiento de las metas.
No hay que dejar descubiertos estos
puntos, ya que son datos importantes que pueden ayudar a hacer crecer tu
negocio. No importa cuánto gastes en reorganizar tu negocio, siempre y cuando
sea para bien. Al final del día, si sabes jugar tus cartas, las recompensas
vendrán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario