Además el echar
a andar la imaginación no empobrece, al contrario, te permite desarrollar
multitud de pensamientos que cobran diversas formas en tu mente, pero el echar
a andar una de estas ideas, implementarla, no es sencillo para la mayoría de
las personas, además esta implementación es lo que le da valor real a la
idea, y el comprobar si verdaderamente
puede convertirse en un negocio trascendental.
Así las cosas
es momento de sumergirnos en el proceso que hará de nuestro diamante en bruto,
la joya de la corona.
Piensa bien tu
idea
Emprender no es
tarea fácil, pero una de las mejores maneras para iniciar es salir de tu zona
de confort, conoce gente con tus mismas inquietudes, rodéate de los mejores,
trabaja en la elaboración de tu primera lista de contactos y con suerte tus
ideas pueden ser complementadas.
Una vez hecho
esto, el siguiente paso es cambiar la perspectiva de tu idea, de tal modo que
ahora se torne en un problema y el buscar una solución para ese problema sea el
nuevo objetivo, entonces tendríamos una hipótesis. Así podremos saber cuantas
personas existen con ese problema y que tan dispuestas estarían a pagar por la
solución.
La hipótesis de
solución
Ya no basta con
tener una idea estupenda, ahora debemos proponer nuestras hipótesis, encontrar la
mejor solución posible mediante una serie de experimentos con los mínimos
recursos necesarios que nos permitan verificarlas o descartarlas, y refinar
nuestras hipótesis hasta encontrar una línea de negocio viable.
Trabajemos en
un ejemplo muy sencillo para que podamos entenderlo:
Supongamos que mi idea gira entorno a que yo
creo que hay suficiente mercado para un sitio de internet especializado en
crear una comunidad de citas entre personas aficionadas al club Pumas de
fútbol. Como el fútbol es el deporte más importante a nivel mundial, y el club
Pumas uno de los más populares, yo estimo que hay muchas personas que están
interesadas en conocer a potenciales parejas que compartan la afición por este
equipo y que estarían dispuestas a pagar por un servicio que les faciliten los
contactos. Ahora bien, encuentro 3 hipótesis:
1.- El club
Pumas es tan importante para los aficionados que es fundamental en su vida
amorosa
2.- Los
aficionados necesitan un sitio que les facilite contactos con parejas
potenciales aficionadas al mismo equipo y que esta necesidad no esté cubierta
ya por otras opciones que se hayan en la web.
3.- Que estén
dispuestos a pagar por saciar esta necesidad.
El método
tradicional
Aquí buscamos todo para la empresa: inversionistas, información
suficiente para el concepto de negocio, mercado al cual dirigirnos, publicidad
y lo más importante, que es construir completamente una plataforma para
implementar el servicio que queremos ofrecer.
Después de todo esto, debemos esperar a los resultados confiando en que
sean positivos para nosotros, pero dentro de todo debemos tener en cuenta que
cualquier negocio es un riesgo, en el cual ganas o pierdes, no obstante,
poseer el conocimiento necesario hace un
tanto difícil que pierdas. También hay que considerar que el retorno de
inversión no siempre es a corto plazo, se necesita tener habilidad y sobre todo
paciencia para no tomar decisiones aceleradas y llevar el negocio al fracaso.
Debemos
verificar cada una de nuestras hipótesis construyendo un “producto mínimo
viable” (lo cual no significa hacer un producto barato y deficiente, sino como
ya se dijo, un producto que funcione con el menos coste posible para comprobar
nuestras hipótesis) así que, para verificar la primera hipótesis, podríamos
hacer uso de las herramientas de AdWords para conocer cuál es el volumen de
búsquedas en internet con los términos “pareja pumas”, “busco pareja que le vaya a los pumas”,
“quiero una novi@ de pumas”, etc. Si al analizar los datos vemos que apenas hay
resultados, es porque sencillamente no hay interés, así nos hemos ahorrado
gastar tiempo y dinero en vano, en caso de éxito, podemos seguir con la
comprobación de la siguiente hipótesis.
Para la
hipótesis 2, aquí iniciamos en forma, con la construcción del “producto mínimo
viable”, que podría ser una página sencilla de “aterrizaje” donde además de colocar
una reseña sobre el servicio, explicamos que el sitio se encuentra en
construcción, pero que si nos proporcionan un mail para contacto (como base de
datos), podremos avisar cuando el sitio esté listo. Ahora, analizando
nuevamente los datos, en este caso el número de visitantes que dejan su mail
para contacto, podemos saber el porcentaje real de visitantes interesados, si
este número es significativo para nuestros intereses la hipótesis quedará
comprobada, por el contrario si el interés es mínimo, podremos dejar esta idea
para mejor ocasión.
Para comprobar
la tercera hipótesis sólo bastaría con agregar los precios a la página de
“aterrizaje” y nuevamente analizar los datos. Si el número de personas
registradas e interesadas sigue siendo significativo para nuestros intereses,
podremos, ahora si, iniciar con la construcción de nuestra plataforma de manera
completa, en otro caso, tendremos que formularnos una nueva idea.
Revisa el
modelo de negocio
Con los
registros de la gente interesada puedes iniciar un sistema de investigación de
otras necesidades secundarias de estas personas, con lo cual podrías adaptar tú
modelo de negocio para que resuelva más necesidades de tus clientes potenciales.
Este es el momento de despejar las dudas para dejar todo lo más claro posible y
evitar sorpresas.
Nuestra idea ve
la luz
La teoría en
papel resultó comprobada pero aún falta la realidad, así que es hora de lanzar
una primera versión completa de nuestro “producto mínimo variable” para
comprobar nuestras hipótesis y modelo de negocio. Si hemos hecho las cosas bien
nuestras posibilidades de éxito aumentan, aunque, naturalmente no todo va a
salir bien ni tampoco todo va a salir mal.
Es importante
hacernos de un sistema que nos nutra de información sobre el funcionamiento de
nuestro negocio para conocer los puntos que se deben innovar, modificar o reforzar. Con toda la información que hemos
obtenido en cada fase no será difícil trazar los puntos básicos de nuestro plan
de empresa.
Por Diana Martínez
Diana, cambiaste de sección!!! Me gustó mucho, pero extraño el cine...
ResponderEliminarHola! yo también lo extraño.... que bueno que te gustó jajaja
ResponderEliminargracias por tu comentario
Soy de una editorial muy importante, me gustó tu artículo, espero puedas colaborar con nosotros, te dejo mi correo...
ResponderEliminarJajajajajaja bueno... yo te contesto el mail, gracias jajajajaja
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