Por: Victor Arriaga
Todo comenzó cuando regrese a
vivir a la Ciudad de México hace más de nueve años…
Al no tener una casa donde poder
vivir por el repentino y rápido regreso a la ciudad, unos amigos de mi papa le
prestaron una casa, casa donde actualmente vivo, sin embargo, esa casa nunca me
dio confianza ni seguridad, ya que al ser vieja y olvidada, su apariencia no
dejaba mucho que desear, no obstante, lo peor estaba por venir.
Transcurría el mes de agosto,
cuando nos enteramos que Viridiana la hija de los dueños de la casa había
fallecido en el extranjero; según lo que
escuche, esta chica de 22 años de la
cual tengo pocos recuerdos, murió de un
tumor en su cabeza, se dice que días
antes de morir, ella ya no podía hablar y solo respondía prendiendo y apagando
una lámpara que estaba a su costado, el cual era la señal de que aun estaba
viva. Cuando ella desafortunadamente muere, su cuerpo lo traen a México para
que las personas cercanas a ella le pudieran dar el último adiós.

Aun recuerdo aquel día cuando su
cuerpo llego a esta casa en aquella caja
de madera envuelta con un plástico, esto
fue porque venia desde los Estados Unidos; sin embargo, al sacar el ataúd de
esa caja sentí como la sangre bajó por mi cuerpo dejándolo helado del miedo, y mi miedo incremento más al
momento en el que la destapan y levantan su cabecita para que las personas la
pudieran ver; aquel rostro morado, sin
olvidar los rezos y el llorar de las personas, provocaron en mí un estado de
miedo extremo que me daban ganas de irme de esa casa y no regresar .
Al siguiente día, se la llevaron
a sepultar a Hidalgo, ese día ya en la noche mi mamá, se metió a bañar, a los
pocos minutos la luz del baño comenzó a apagarse y prenderse; cuando mamá nos
conto, realmente no le creímos y le mencionamos
que solo era producto de sus nervios y que mejor se olvidara de lo
sucedido, sin embargo, a los pocos días, a mí me paso lo mismo que a mi mamá,
en ese momento sentí nuevamente como mi sangre comenzó a bajar dejando mi
cuerpo helado, con ganas de salir corriendo
sin voltear hacia atrás; lo sucedido lo relacionamos con los últimos
días de Viri donde prendía y apagaba la lámpara para poder responder a las
preguntas, por tal motivo desde ese día las cosas no fueron las mismas.

Para no hacer larga esta historia,
muchos de mis familiares juraron ver en esta casa a una niña vestida de blanco,
en las escaleras, en la ventana, en los cuartos, sin embargo, yo nunca la pude
ver, no obstante, en ocasiones se siente una vibra pesada, como la que estoy
sintiendo en este momento, es por esto que no pienso escribir más sobre lo que
aquí pasa, porque entre más cuento, esto se pone mas tenso, eh incluso siento
como alguien me observa detenidamente esperando el momento adecuado para salir,
las personas que han estado aquí no me dejaran mentir sobre el ambiente que se
siente, y si quieres descubrirlo yo te invito a que pases una noche aquí, ¿Te
atreves?
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