Las
personas por naturaleza tendemos a mentir gran parte de nuestra vida, ya que el
ser humano es el único animal que se autoengaña. Lo hacemos por instinto,
porque es necesario o simplemente porque en ocasiones para muchos es mejor una mentira
piadosa a decir la verdad y quedar mal con cierta persona o personas, sin
embargo, lo que no saben es que al mentir, no solo quedas mal con esa persona
sino con uno mismo.
Algunos
investigadores piensan que este fenómeno de la mente se relaciona con la
autoestima. De cierta forma pasa cuando las personas sienten que su autoestima
es amenazada, lo que provoca mentir, quizá tenga que ver con la "Ley
causa y efecto" que dice que
toda causa tiene un efecto, y todo efecto tiene una causa.
No
obstante, las personas mentimos por diversos motivos, y no todas las mentiras
son dañinas, sin embargo, existen algunos tipos de mentiras:
Mentira
piadosa: es aquella que se dice con la intención de no causar pena, incomodar a
otra persona ó para causar ciertas ilusiones positivas o negativas un niño, un
claro ejemplo sería: No hay feas, solo mal aregladas, ¿Cómo me veo?, ¿Estás enojado?, ¿Estas muy ocupado? y
contestas que sí, con la intención de no ayudar a la otra persona, ó que decir
de las mentiras que nuestros padres nos inventan desde chicos: -papá, papá de
donde vienen los niños... de París hijo- ó
-ya duérmete porque los reyes magos ya no tardan en llegar-, sin olvidar
la famosa frase -ya duérmete sino vendrá el coco y te comerá-.
Sin
embargo, existen mentiras más graves que pueden llegar a causar conflictos en
la vida personal, laboral y familiar de algunas personas. Estas mentiras van
desde una infidelidad, hasta robar y echarle la culpa al de alado, si bien es
cierto, las mentiras en ocasiones las personas las decimos en automático, simplemente
no pensamos solo las decimos, convirtiéndose
este acto en un círculo vicioso, donde una mentira te lleva a la otra,
con la finalidad de resolver situaciones incómodas o simplemente para quedar
bien con los demás, sin embargo, al ser descubiertas pueden llegar a generar
conflictos muy fuertes, donde la confianza puede llegar a perderse.
Pero
¿Quién en la vida no ha mentido?
Todos
mentimos, tal vez unos más que otros. Hay quien miente para sentirse mejor,
para halagar a los demás, para lograr algo útil sin herir a nadie o todo lo
contrario. No obstante, el mentir puede ser hasta un arte, arte que todos
llevamos en la sangre y que muchos no la pueden controlar.
Todas
las mentiras por muy grandes o chicas que sean, al final del día siguen siendo
mentiras que de no ser controladas o moderadas pueden llegar a perjudicar
nuestras vidas.
Una mentira es una mentira,
incluso si todo el mundo la cree.
La verdad es la verdad,
aunque nadie la crea.
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