Por: Carlos Ruiz
El abandono animal es un tema al que la sociedad no le da la debida importancia, porque no se sienten con el compromiso de aportar soluciones o dar su granito de arena. Cómo pueden abandonar a sus mascotas, si son parte de la familia. No entiendo cómo hay personas que los echan a la calle o no les ponen mucha atención.
El abandono animal es un tema al que la sociedad no le da la debida importancia, porque no se sienten con el compromiso de aportar soluciones o dar su granito de arena. Cómo pueden abandonar a sus mascotas, si son parte de la familia. No entiendo cómo hay personas que los echan a la calle o no les ponen mucha atención.
Pero, ¿qué es lo que “obliga” a la gente a abandonar o desamparar
a sus animales? Hay muchas razones para ello.
En primer lugar, estarían las enfermedades
de las macotas. Algunos de los animales presentan enfermedades degenerativas o
discapacidades que resultan una carga para el dueño. Al no poder solventar los
gastos del padecimiento o los requerimientos de éste, decide abandonarlo.
Otra razón es el cambio de residencia. Muchas de las personas que reciben la
oportunidad de trabajar en otro lado, algunas veces en otro estado de la República
o en otro país, normalmente tienen que deshacerse de su mascota. Puede ser que
simplemente decidan cambiarse sin ningún motivo importante. El problema surge
cuando en ese lugar no aceptan animales, las personas piensan más en su
bienestar que en el del animal.

Otro factor es la agresividad de la mascota. Los animales también pueden desarrollar
problemas psicológicos debido a la manera en que los traten sus dueños. Desafortunadamente en muchos
hogares no los atienden
de una manera muy amable, y estos desarrollan un problema de agresividad al
sentirse atacados.
Otra causa es el nacimiento de un bebé. Al llegar un recién nacido, las personas
tienen miedo a que el animal pueda contagiarles alguna enfermedad, o bien, que
los pueda atacar. Esta razón no tiene ningún fundamento, lo podría describir
como un simple temor de los padres, ya que la integridad del bebé no tiene
riesgo.

Otra causa es que las personas pueden
desarrollar alergias a alguna mascota debido al pelaje.
La irresponsabilidad
se da en muchos casos. El dueño puede olvidarse fácilmente de las
necesidades básicas y secundarias del
animal y, al no poder cumplirlas, decide que otra persona se haga cargo.
Los desacuerdos
familiares. Dentro de este factor destaca la disputa entre las personas, ya
sea una familia o una pareja. Puede ser que a un integrante no le guste tener
animales, o bien, no le agradan las responsabilidades.

Algunas veces el factor puede ser económico.
El dueño ya no puede sustentar el gasto de las necesidades alimenticias, médicas
y estéticas del animal.

Abandonar a un animal es frío e inhumano,
sobre todo si sabemos cómo puede terminar. El mejor escenario es que alguna
persona o institución lo recoja o le dé comida. Algunos pueden sobrevivir en la
calle, otros terminan atropellados o mutilados
debido a que no conocen el entorno callejero. Otros pueden volver a caer
en manos de personas despiadadas.
En el siguiente artículo presentaré la
entrevista que le hice a Sonia Paredes, encargada de “En
busca de un hogar”, un centro de adopción que alberga 80 perros
aproximadamente.
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