Curioseando en internet me encontré con un artículo que llamó mi
atención: “¿Por qué los hombres no se quieren casar?”, en mi opinión resultó
ser un artículo lleno de confusión, donde el autor, que obviamente es hombre, sólo
brinda justificaciones construidas a partir de su propio sentir.
¿Qué gana un hombre si casa?
El autor del artículo brinda una respuesta que pareciera ser por
experiencia propia: “lo que ganas es una vida hermosa al lado de tu
novia con la que probablemente llevas muchos años
o meses de conocerla y es el amor de tu vida, donde los problemas son lo de
menos, total el amor lo puede todo”.
Para empezar el amor ha dejado de ser una
situación platónica donde todo es perfecto, platicando con hombres de diversas
edades, profesiones y con diferentes tipos de situaciones sentimentales,
descubrí que en su mayoría los hombres si quieren casarse, porque desean una
persona a su lado con quien puedan compartir sus logros, formar una familia,
viajar o realizar lo que sea que les guste hacer en pareja… entendiendo que
habrá dificultades, que es muy importante brindar respeto y tolerancia, pero
sobre todo que primero hay que ser una persona estable, feliz y tener amor por
uno mismo para poder dar estabilidad y felicidad a alguien más.
Se preguntarán entonces ¿Por qué los hombres
tienen fama de mujeriegos y de no querer sentar cabeza? Esto sucede porque la
pregunta correcta es: ¿cuándo los hombres si quieren casarse? Los hombres
conocerán diversas mujeres y saldrán con ellas, sin embargo; no habrá un compromiso
real hasta que sientan que han conocido a la mujer correcta y que se sientan
capaces de brindarle a su pareja la vida que quieren para ellos mismos ¿esto
les parece malo?
Echarle la culpa a un país con inestabilidad
económica y a la inmadurez, tampoco es un argumento para el resto de los
hombres, ya que tanto ellos como ellas quieren disfrutar su libertad, su
independencia, su carrera, su juventud, no para huir del compromiso sino para
llegar con plena conciencia de lo que se quiere al momento del matrimonio, así
en lugar de casarse a los 15 años siendo casi un niño y sin noción de lo que le
espera, un hombre se casa a los 28 o 30 años con plena seguridad de que quiere
casarse y de que hará lo posible por hacer funcionar su matrimonio.
Por otro lado citando al autor del artículo: “Esto
provoca que el concepto de matrimonio se vaya diluyendo cada vez más, dando
como resultado relaciones desechables, donde lo primordial es cambiar de pareja
constantemente, lo cual se le conoce como La
Generación Next, generando así un replanteamiento de la pareja tradicional”.
El concepto de matrimonio no se ha diluido, la única diferencia entre las
generaciones actuales y las anteriores, es que el matrimonio era un requisito
para la vida en pareja, hoy en día el único requisito es el compromiso que cada
quien hace con la otra persona, ya sea que hablemos de hombres, mujeres,
parejas homosexuales o heterosexuales.

Así que queridos lectores y amigo Víctor los
invito a hacerse las preguntas correctas. No piensen en el que ganarán al
casarse, piensen en las consecuencias de no elegir a la persona adecuada, que
van a aportar a su relación antes y después de la ceremonia, si le tienen miedo
al compromiso o a no cumplir con las expectativas, sobre todo ahora que no
llegarán a casa con una mujer que los venere, llegarán a una casa con una mujer
que seguramente tiene las mismas preocupaciones y preguntas que ustedes. No es malo querer divertirse, es malo no saber que se quiere.

Por: Rebeca Gómez
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