Por: Phanie
Hoy en día la palabra divorcio o separación ya no es algo
desconocido, que nos espante o nos sea incomodo de hablar, pues en nuestra
sociedad se ha vuelto algo realmente común y hasta cierto punto “normal”.
Y, es aquí donde uno se pregunta,
hasta qué punto o hasta dónde es “normal” un divorcio, pues bien, podrá sonarte
a ti normal, pero a otros… la verdad no lo sé, pues por ahí dicen, que uno es
libre de hacer lo que quiera con su vida, siempre que no dañe a terceros, sin
embargo, aquí entra otro punto interesante, acaso cuando existen hijos de por
medio, ¿no les afecta esto? de cualquier forma muchos de estos pequeños seres terminan
siendo dañados y marcados de por vida como me sucedió.
Recuerdo perfectamente aquella
mañana (15 de enero de 1999), tenía apenas 10 años de edad, y, cómo no iba a
recordar la fecha, si en cuatro días más, o sea el 19 del mismo mes, sería mi
cumpleaños número 11, eran aproximadamente las 7:00 am, acabada de despertar
para ir a la escuela, cuando de pronto encuentro, junto con mis hermanos, a mi
mamá sentada en la orilla de la cama, como buena madre, fingiendo que no pasaba
nada, éramos pequeños pero ya no tanto como para no darnos cuenta de que algo
no estaba bien, por lo tanto mi hermano el mayor, de 12 años, pregunto:
Obvio, la primer respuesta fue “nada”, pero supongo que en ese momento le pasaban mil cosas por la cabeza, no sabía ni como decirlo, explicarnos, pues no nos quería lastimar, sin embargo, tampoco nos quería engañar, recuerdo perfectamente las palabras que utilizó, que sinceramente pienso que no es nada difícil ni complicado de tener presente, entonces prefirió ir directo al asunto:
--Su papá se fue de la casa—
No sé, de verdad, ni cómo
explicar lo que sentí, para mí, mi papa era lo máximo, era ese ser perfecto en
el mundo, que no me podía ni debía abandonar, que siempre debía estar ahí, y se
había ido, imagine lo peor, que jamás lo vería, que ya nunca sabría de él, y, aun, después de 13 años, siento un nudo en
la garganta al escribir esto, es doloroso para mí hasta estos días.
Mi mamá trataba de explicarnos:
--Ustedes no tienen la culpa de nada,
su papá quiso irse porque no queríamos que vieran problemas en la casa, el
nunca dejará de verlos, siempre los apoyara, etc—
Y, por otro lado, también nos
decía:
-- Su papá quería que les dijera
que se iría un año de viaje por el trabajo, pero que volvería, yo no los voy a
engañar, no sé si su papá vuelva algún día, le deje muy claro que les diría lo
que realmente estaba pasando y esto es—
Escuchaba hablar a mi mamá, le ponía
atención, pero mi cabeza pensaba mil cosas, no lo podía creer, nunca vi pelear
fuertemente a mis padres, no encontraba explicación alguna, mis papás parecía que
eran felices y me preguntaba ¿qué paso?, ¿en qué momento todo se derrumbo?, y,
entonces, pasado el tiempo comprendí muchas cosas que mamá nos dijo, claro,
nunca los vi pelear porque trataban de no hacernos daño, lo agradezco, pero,
eso no quita el gran sufrimiento que causaron en mi vida.
De pronto mamá comenzó a llorar,
mis hermanos y yo la abrazamos, momento doloroso y triste de recordar, no sé cómo
le hacen las mamas para aguantar tanto, para mostrarse a ojos de sus hijos como
si estuvieran bien cuando realmente se encuentran destrozadas, pero, no tenía
esa mentalidad, era una niña y como tal pensaba, era muy inmadura, caprichosa,
berrinchuda, rebelde, y, al suceder esto las cosas se multiplicaron.
En alguna parte de mi absurda
mentalidad infantil culpe a mi mamá de lo ocurrido, mi papá seguía siendo
perfecto, y mi mamá la peor, también es triste recordar esta larga etapa de insultar
a mi mamá, de no obedecerla, de muchas cosas que más, que sinceramente por
pena, no confesaré, sé muy bien que le cause un sufrimiento enorme, pues además
de atravesar por un momento de desamor difícil, tenía que soportar mis
majaderías.
Pero yo no comprendía, mi mamá me
explicaba y no entendía, era ilógico todo lo que me decía, no le creía nada,
pasaba noches llorando, me salía de mi cama y prefería estar llorando en el
patio, lloraba por tener a papá conmigo, por verlo entrar y abrazarme,
necesitaba tanto de él como cuando llegaba por las noches y él me dormía,
necesitaba a mi papá, no a mi mamá, y si ella trataba de ayudarme no lo permitía.
Mi vida cambio totalmente, mi
personalidad es totalmente diferente a como era cuando tenía 10 años, pues me
dieron el peor regalo de cumpleaños, no me gusta mucho festejar mi día por esta
razón, es muy raro que me anime, pues las fechas no me traen gratos recuerdos,
de por vida le pediré perdón a mamá, pero perfectamente sé que eso no borra lo
que paso.
Actualmente sigo frecuentando a
mi papá y es un buen padre, me apoya en todo, mi mamá también, vivo con ella y
hoy pienso que, tal vez, fue lo mejor, aunque haya sido muy duro y complicado
de superar, y, a veces dudo que lo supere al 100%, pues me sigue doliendo
mucho, no es bonito que nunca puedas tener a tu familia junta, porque papá y
mamá quedaron totalmente separados, no se ven la cara para nada, y a donde va
uno no va el otro.
Bueno amigos, ya leyeron mi
triste y complicada historia que cambio mi vida.
Gracias por su tiempo.
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